El Aneto, gran Rey pirenaico al que dedicamos este primer número del año, es una de estas montañas que sufre en sus rocas la afluencia masiva de visitantes no siempre conscientes de su impacto. Como revelamos en el artículo histórico además, no es una atracción nueva, pues las colas en el Puente de Mahoma se llevan forman- do desde hace décadas.