Las ocho investigaciones sobre la historia del trabajo (siglos XVI al XIX) que se recogen en esta obra constituyen un gran avance en el estudio de los gremios. Sus autores han hecho un minucioso examen de diferentes fuentes documentales, obteniendo una visión que va mucho más allá de los tradicionales estudios institucionales, que se limitaban a analizar las ordenanzas y poco más. El libro muestra que los gremios podían ser cerrados o abiertos según la coyuntura económica, el tipo de oficio o el grado de penetración del capital comercial, entre otros factores; ilustra cómo el éxito de un gremio en uno o varios municipios, podía comportar su crisis e incluso desaparición en otra población; profundiza en el trabajo de las mujeres, dentro y fuera de los gremios; y muestra la diversidad interna del mundo de los artesanos o menestrales y sus diferentes trayectorias, a veces como empresarios que contribuyeron a industrializar el país, mientras que otros invertían su experiencia en la formación de la clase obrera del mundo industrial.