Este libro no es una historia ortodoxa de la Medicina. Su finalidad no es elaborar una lista de los conocimientos y avances que han conducido hasta la ciencia médica actual, sino precisamente lo contrario: mostrar los balbuceos y el caminar a tientas de la inteligencia humana durante más de dos mil años, en busca de los arcanos de la enfermedad y su tratamiento, así como el modo en que el sufrido ser humano, la víctima del mal, ha intentado entender y asumir sus padecimientos a lo largo de los siglos.
Este Bestiario médico es el negativo fotográfico de una historia seria de la medicina.Escarba precisamente en los lugares en que la historia tiene cosquillas. Ilumina algunos extravíos, sueños y pesadillas de esa rara subespecie formada por unos individuos llamados médicos, ese grupo de sujetos que, por motivos desconocidos, ha decidido vivir entre el dolor, en lugar de escapar de él e intentar olvidar su existencia, como hacen los seres humanos normales.
Busca, sobre todo, la sonrisa en un asunto ya suficientemente sobrado de sufrimiento y tragedia, como es la enfermedad y su terrible sobrina carnal, la muerte. En él, las bestias son las especies morbosas y sus observadores, perseguidores y enemigos. También los remedios, frecuentemente fantásticos, que el cazador ha utilizado para atrapar, con éxito bastante discutible, a su peligrosa presa. El contenido de este Bestiario incide en la fragilidad del ser humano, y en el peligro que puede representar navegar en un vacío sin memoria. Ninguna cosmovisión es definitiva. Tampoco la de la enfermedad y sus remedios. Los paradigmas científicos son como organismos vivos: nacen (con dolor) causando una revolución en las ideas, se desarrollan y, finalmente, mueren. El nuestro sufrirá la misma suerte, y de ello es claramente consciente Carlos Ferrándiz gracias a un profundo conocimiento del pasado.