El llamado chamanismo americano induce visiones y contacta a seres inmateriales.
En el Dzogchen y el Chod también se inducen tales visiones y contactos con entidades, pero a fin de lograr que tales seres se autoliberen y que podamos liberarnos también de la ilusión de vivir una individualidad separada. Elías Capriles, profesor y filósofo budista, plantea sorprendentes paralelismos entre las prácticas indígenas de Sudamérica y las profundas enseñanzas tibetanas, destinadas a lograr un verdadero estado de Dzogchen: una no-condicionada plenitud y perfección.