Con poderes equiparables a los verdaderos dioses, los protagonistas de estos cuentos, Chancletacio y Verdcañol -dos brillantes robots constructores-, recorren la peculiar variedad de taciturnas civilizaciones que habitan en el universo. Han creado un taller para brindar sus servicios que dirigen con amistosa rivalidad mientras intentan resolver las más desopilantes situaciones con sus todavía más ingeniosas y potentes máquinas.Proféticos, surreales, algunos con tintes autobiográficos y otros simplemente encantadores, los cuentos que conforman Ciberíada demuestran el vasto talento de Stanislaw Lem y su habilidad para integrar fábula y tecnología, creando mundos entretenidos, cautivadores y con un mensaje fascinante. Que pueden ser leídos de forma aislada o como parte de una gran novela fractal que se contiene a sí misma y se expande en cada uno de estos majestuosos relatos.trellas o el fango; contemplamos el carácter sobrehumano de Judit, que engañó a Holofernes, cruel comandante de un ejército invasor, verdugo y víctima de sus deseos, decapitado por tan poderosa heroína. En este viaje a la profundidad del alma humana retumban los versos de Omar Khayyam, que mandó su alma a sondear el abismo y volvió con una inquietante embajada: Yo soy el cielo, y el infierno.Estos textos surgieron como colaboraciones en Zenda y La Opinión de Murcia. Nacieron atemporales y pretenden ayudarnos a encontrar en nosotros la belleza, la eternidad.