Tom Hazard esconde un secreto: puede que parezca un hombre de unos cuarenta años pero, debido a una rara enfermedad, lleva vivo desde hace varios siglos. De hecho, tiene aproximadamente cuatrocientos años y, entre otras muchas cosas, ha actuado con Shakespeare, ha explorado el mar con el capitán Cook y ha compartido cócteles con Scott Fitzgerald. Tom debe cambiar a menudo de país y de identidad para preservar su secreto. De este modo, ha sido testigo y protagonista de grandes momentos históricos. Ahora sólo desea sentirse un hombre más. Así, se instala en Londres tratando de llevar una vida corriente y empieza a trabajar en un instituto como profesor de Historia, donde enseña a los niños sobre guerras y sucesos de los que ha sido testigo de primera mano.