Y si fuera posible lanzar una penetrante mirada a las profundidades del espacio y descubrir no solo cuál es nuestro lugar en el universo sino también cómo llegamos aquií? Pues resulta que sí es posibles, porque los telescopios de los astrónomos son como máquinas del tiempo. Dado que la luz necesita tiempo para viajar, vemos las regiones más y más distantes del universo tal como eran en un pasado cada vez más remoto. El autor, utiliza este concepto de mirada retrospectiva para guiarnos en una especie de tour intergláctico que es simultáneamente un viaje a la profundidad del espacio y una viaje hacia atrás en el tiempo.