Una buena prosa sobre el conflicto a través de pequeñas historias humanas.
«Este es un libro de personas y aromas, de un Kabul a pie de calle que fluye paralelo a la política y a la guerra. Un Kabul a menudo invisible para la mayoría de los diplomáticos y contratistas extranjeros que se mueven en vehículos blindados y viven en hoteles de lujo o en casas amuralladas protegidos por ejércitos de guardas privados. Periodismo es mancharse de polvo los zapatos, pisar calle, escuchar, emocionarse para conectar con la emoción del otro, la única que importa.»
Cuadernos de Kabul nos sumerge en la otra cara de la guerra, la de las pequeñas o grandes historias de las verdaderas víctimas del conflicto: aquellos que casi nunca tienen derecho a protagonizar su propia noticia. Ramón Lobo nos recuerda la lucha anónima de los civiles, el peso de la vida en la retaguardia, el dolor de las personas que tratan de vivir un día más en medio de un enfrentamiento bélico. No como explicación de lo que allí sucede, sino como muestra de una realidad repleta de colores, olores y sabores, de gentes sin derecho a un nombre y a una voz.