El hundimiento de un submarino, gracias a una lluvia de patatas; el plan nazi para colapsar la economía británica, basado en un bombardeo de libras falsas; los recolectores de dientes que acudían a los campos de batalla para extraer dentaduras de los soldados muertos; el oficio de Groom of the Stool, o limpiaculos del rey; la detallada noche de bodas de Carlos III, descrita minuciosamente a sus padres; la increíble historia de suerte de Dostoyevski, que el 22 de diciembre de 1849 se libró de ser fusilado en el último momento; el Papa que murió de una pedrada; la Stasi y la colección de calzoncillos de sus detenidos, conservados en frascos; la orina de Hispania, la más demandada para blanquear los dientes; la costumbre de visitar manicomios como un espectáculo público de éxito, a comienzos del XIX; los mongoles y sus ansias de conquista, solo frenadas por un viento divino, el kamikaze; una técnica para repatriar los cadáveres de los cruzados muertos, que consistía en descuartizar y hervir los cuerpos para separar los huesos de los tejidos; Canada Bill, el mayor timador del Viejo Oeste americano y su filosofía sobre lo inmoral que resulta que un tonto se quede con su dinero; la nigua, una pulga que causó estragos a los conquistadores españoles en América... y un sinfín más de hechos históricos contrastados e insólitos que nos resultan increíbles por su disparate, comicidad o dramatismo. Esto es lo que contiene Historia Insólita, un libro de fácil lectura, que sorprenderá al lector en cada capítulo, al tiempo que demuestra cómo la realidad siempre supera a la ficción.