Débora, la protagonista, está excluida por ser mujer de los estudios en los que destacan su padre, un ingenio e idealista rabino, y su hermano precoz. Pero ella se rebela leyendo clandestinamente libros que esconde detrás de la cocina, en sus breves incursiones fuera de casa, así como en la atracción clandestina que siente hacia un joven rebelde de Varsovia. Esta obra magistral proporciona una visión demoledora de un mundo perdido y revela el destino de las mujeres en un momento contradictorio, donde la tradición milenaria colisiona con la modernidad.