Una exploración de cómo el comportamiento y la adaptación de las plantas ofrecen información valiosa para la prosperidad humana. Sabemos que las plantas son importantes. Mantienen la atmósfera absorbiendo dióxido de carbono y produciendo oxígeno. Nutren a otros organismos vivos y también brindan beneficios psicológicos a los humanos, mejoran nuestro estado de ánimo y embellecen el paisaje que nos rodea. Pero las plantas no solo proporcionan pasivamente. Ellas también toman acción.
Beronda L. Montgomery explora las vidas vigorosas y creativas de los organismos a menudo tratados como estáticos y predecibles. De hecho, las plantas son maestras de la adaptación. Ellas saben qué y quiénes son, y usan este conocimiento para abrirse camino en el mundo. Las plantas experimentan un tipo de sensación que no requiere ojos ni oídos. Distinguen parientes, amigos y enemigos, y son capaces de responder a la competencia ecológica a pesar de carecer de la capacidad de lucha o huida. Las plantas son incluso capaces de comportamientos transformadores que les permiten maximizar sus posibilidades de supervivencia en un entorno dinámico y, a veces, hostil.