La ciudad de Huesca, sede universitaria y capital de la diócesis, constituía en el siglo XVI un importante foco de atracción para estudiantes y religiosos que deseaban aprender en sus aulas o ingresar en las órdenes asentadas en ella. Su enclave privilegiado, cerca de las rutas comerciales que atravesaban los Pirineos, y la cercanía de Zaragoza a través del camino real favorecieron que un impresor, Juan Pérez de Valdivielso, decidiera instalarse en la ciudad en 1575 aceptando el cargo de impresor de la Universidad Sertoriana. Este libro sigue los pasos de las lecturas recopiladas, seleccionadas y conservadas durante todo el siglo en las bibliotecas oscenses, cuyos propietarios supieron reconocer en el libro un objeto con suficiente valor e importancia como para que los notarios lo relacionaran en sus inventarios de bienes. Hay muchas ausencias, por supuesto, pero incluso estas son tan relevantes como las lecturas identificadas y sus poseedores. Bibliotecas y lecturas reflejadas en documentos que hablan de las relaciones con libreros, el impresor o miembros de diversos estamentos, lo que permite entrever una rica actividad cultural en la Huesca renacentista.