Han pasado 30 años desde que Peter Sloterdijk preguntara: «¿No es el tao, en boca de autores occidentales, una especie de comodín que se juega cuando se trata de prometer más de lo que uno va a poder cumplir?» Los mismos que ha necesitado el tai chi chuan para convertirse en la forma de ejercicio importada de Asia más popular en Occidente.
Sin eludir que «Oriente representa una de las formas más elevadas e inaccesibles del romanticismo europeo» (E. Said), y partiendo de que «saber es preguntar», esta obra explora en las cuestiones fundamentales que rodean las propuestas del tai chi chuan (cuerpo, salud y marcialidad) con un tono y una perspectiva no ensayadas hasta el momento.
Levantar la mirada aborda un acercamiento desde el exterior a estos grandes asuntos para encontrarse con las paradojas que los atraviesan, atreviéndose a buscar pistas, criterios y elementos de traducción desde el interior de sus propuestas prácticas.