En los primeros siglos del I milenio a. C. navegantes fenicios llegaron a la bahía de Málaga, donde se asentaron dando lugar a una pujante ciudad cuya vida perdurará hasta nuestros días. En esta obra se abordan aspectos tan importantes como su fundación, el urbanismo que implantaron tras su llegada, sus necrópolis y prácticas funerarias y rituales, así como sus templos y las divinidades a las que los antiguos malacitanos dieron culto, todo ello sin olvidar las distintas actividades económicas que les sustentaban junto con la implantación del nuevo orden romano que no culminará hasta el cambio de Era.