SAGRADA BENARÉS, SANTA VARANASIBenarés, Varanasi, Kashi, más antigua que la historia que la narra, que es inmemorial, detenta un dilatado período de existencia que la equipara en abolengo con Jerusalén, Atenas o Pekín. Provecta ciudad viviente, nunca abandonada por sus habitantes a pesar de los estragos de inundaciones, invasiones, y conquistas fanáticas.Emporio espiritual rico sobremanera en dioses, templos, ídolos y supersticiones, pues se trata de un lugar thirta, puro y poderoso, umbral entre el cielo y la tierra, entre ?esta orilla? y ?la otra orilla?; magnífico escenario asociado a los grandes mitos, leyendas, héroes y dioses de la India y sus correspondientes hierofanías.La posición particular de Benarés, su compleja geografía simbólica, la relación con el río poderoso y sagrado por excelencia, el Ganges, durante siglos ha determinado la vida de la ciudad, la ha colmado de una energía singular que la impregna y atraviesa, condensándose en su cultura, en sus monumentos y en las peculiaridades del paisaje urbano. Encrucijada entre el este y el norte de la India y el centro-norte de Nepal, ?polo magnético? de posición central respecto a la totalidad del subcontinente, todo ello convierte al territorio sagrado benaresí en un imán capaz de ejercer un fuerte poder de atracción y de intercambio entre la diversidad de personas que la pueblan o la visitan, pues su misma localización la hace fácilmente accesible desde todas las regiones vecinas, deviniendo en un lugar de encuentro de las pluralidades religiosas vinculadas al Ganges. Ombligo de la tierra, ónfalos indostánico emplazado geománticamente en las coordenadas más armoniosas del arco crucial que traza el signo Capricornio superpuesto sobre la geografía subcontinental, que es territorio capricorniano por excelencia, especialmente el día cinco de enero, momento en el que la tierra se encuentra a la distancia más próxima del sol, en alineación astral perfecta con las armonías cósmicas. India anímica y emocional, en el polo geográfico contrapuesto al de su antagonista planetario, Estados Unidos, que abandera cosmológicamente los también tan humanos valores materialistas y corpóreos.De Benarés se escribe y se ilustra en el libro, sobre sus gentes, vivientes o incineradas, sobre las relaciones físicas y metafísicas de la ciudad y el río, los seis kilómetros de convivencia histórica del Ganges con el borde la ciudad devenido en ghats, de los invasores, ocupantes y visitantes, de sus ritos y de sus fiestas, de su conformación arquitectónica y de sus siempre pospuestos proyectos urbanos de mejora y pervivencia.