Esta obra versa sobre la relación existente entre yacimientos arqueológicos y arquitectura contemporánea en España desde 1985 hasta 2010. Concretamente analiza aquellas intervenciones arquitectónicas contemporáneas que se realizan o proyectan, sobre o en el entorno de yacimientos arqueológicos, como pueden ser centros de interpretación, edificios institucionales, museos de cualquier índole, etc. con el fin de, por un lado, crear un catálogo de actuaciones y, por otro, conocer a fondo cada una de ellas, mostrando sus aciertos y déficit y así poder establecer, tras su estudio, y su confrontación con el panorama general a nivel internacional, una hipótesis de actuación altamente necesaria en la actualidad. En esta línea, el último capítulo constituye un catálogo de buenas prácticas creado en aras de tutelar nuestro patrimonio arqueológico sin dar la espalda a la arquitectura contemporánea, introduciéndola como un instrumento que permite proteger, hacer comprensible y, en definitiva, devolver el patrimonio a sus propietarios, es decir, a la sociedad.