En el verano de 1927 en los Estados Unidos tuvieron lugar una larga serie de acontecimientos que anunciaban el inicio de una nueva época: la aparición del cine sonoro, el afianzamiento del imperio criminal de Al Capone, las obras del memorial del monte Rushmore, la bonanza económica que aún impulsaba a Wall Street; y, desde luego, la travesía aérea de Lindbergh por el Atlántico, que se convirtió en el principal símbolo del cambio de paradigma que iba
a marcar todo el siglo XX.