¿Qué tiene que ver el alpinismo con el álgebra? ¿Y la amistad con la geometría? ¿La montaña con la relatividad? ¿El silencio con el bosón de Higgs? ¿Y la naturaleza con la ciencia-ficción? ¿O descender en snowboard por pendientes imposibles y las escaladas en solo integral con las fórmulas matemáticas fractales?
Para Jordi Tosas todo tiene que ver y mucho.
Este es un libro que te descoloca, te disloca y, finalmente, te recoloca, aunque en otra dimensión de tí mismo, más allá de cualquier rada donde creyeses que podrías recalar. Probablemente, lector, sea este el libro de montaña más raro que hayas leído; posiblemente también será el más intenso, el más honesto y el más directo. Jordi lo da todo de sí mismo, como no podía esperarse menos viniendo de alguien que, en la montañas, las ha visto de todos colores; alguien que acomete aventuras extremas en lugares extremos, y lo hace con una pasión y una ilusión que maravilla y atrae como un imán. En el libro nos habla, mediante una prosa lírica que fluye como el agua de un nevero, de sus amigos en la montaña, de sus picos amados, de sus referentes, de sus tentativas, persiguiendo líneas imposibles
Y siempre aparece el álgebra porque, amigo lector, si aún no te has dado cuenta, al cerrar la última página de este libro seguro que lo harás: toda la naturaleza que nos rodea, todo el mundo que nos sustenta y todo el Universo que nos contiene, participa de las estructuras abstractas de la matemática algebraica.