Aragón es un paraíso para los observadores de aves y un destino preferente para muchos birdwatchers venidos de todo el Estado español y gran parte de Europa que saben que tienen grandes oportunidades de disfrutar del vuelo del quebrantahuesos, de avistar la escasa y mimética alondra ricotí, de observar los vivos colores del abejaruco o del treparriscos y de contemplar la espectacular parada nupcial de la avutarda o del urogallo.
De la mano del experto ornitólogo y naturalista aragonés Eduardo Viñuales, esta guía ofrece treinta áreas naturales para ver aves y treinta excursiones a pie que nos permitirán disfrutar de concentraciones de hasta 44.000 grullas en la laguna de Gallocanta, colonias de buitres en los Mallos de Riglos y la sierra de Guara, pájaros forestales en los muchos bosques escalonados del Moncayo o sitios menos conocidos como la sorprendente Sima de Oliete, el pantano del Pas, las frías parameras del Alfambra, La Loteta o los estrechos del río Martín con pinturas rupestres. Son lugares muy variados estepa, alta montaña, humedales, bosque
, que atesoran rincones bellos donde las aves son las grandes protagonistas.