Croacia se ha convertido en muy pocos años en uno de los destinos más solicitados por el turista europeo y una de las opciones veraniegas más interesantes para aquellos que buscan disfrutar de un país todavía virgen en bastantes sentidos y con una naturaleza que por sí sola ya justifica muchas estancias.
El viajero nunca se sentirá defraudado porque siempre encontrará ante su mirada algo diferente: paisajes de colinas y montañas que el invierno cubre de nieve en los puntos más altos y unas ciudades que siempre ofrecerán una cara distinta a la anterior, dentro de su semejanza, y siempre tan diferentes. El recuerdo veneciano en la Costa Dálmata y Dubrovnik, las construcciones de la época socialista con Tito a la cabeza y hoy el esfuerzo de todo un pueblo por reconstruir todos los destrozos causados por una guerra cuyas cicatrices aún son visibles.