RODRIGALVAREZ FERNANDEZ, EDUARDO
Bilbao, 1960. Una cuadrilla de txikiteros más o menos chirene fantasea, mientras juega al mus, con la idea de atentar contra Franco, aprovechando una visita que, supuestamente, el dictador tiene previsto realizar a la basílica de Begoña. Sus conversaciones entre envidos y órdagos, copas de anís y carajillos, llegan a oídos de un grupo anarquista, que un buen día coloca sobre el tapete la bomba que podría trocar la fantasía en realidad. Poco después, uno de los miembros de la cuadrilla, precisamente el elegido para hacer estallar el artefacto, muere en atentado. El comisario pone al frente del caso al más novato de los inspectores a su cargo, recién llegado de Medina de Rioseco. Cuando vengan los míos es una novela negra con una trama intrincada y excelentemente trabada, anclada en pocos pero muy significativos hechos históricos y ambientada en un Bilbao que hoy, aunque no haya desaparecido, nos cuesta reconocer. Pero, además, es una novela de humor, aunque sea el humor amargo de los protagonistas, todos ellos perdedores, personas combadas por el peso de la vida o sobrepasadas por los acontecimientos.