La vida de los animales en el planeta no puede considerarse «de película», o al menos no para todos los públicos. Cada año, sesenta mil millones de animales terrestres y un billón (con «b» de barbaridad) de animales marinos son exterminados por el hombre para convertirse en comida o en ropa, o como una forma de diversión. Muchos de nuestros actos cotidianos los hacemos por inercia, porque «siempre se ha hecho así» o, simplemente, porque es más cómodo vivir con los ojos cerrados, pero tener información -saber cómo funcionan las cosas- puede cambiar nuestra vida y la de muchos otros animales.