Nilo es un actor mediocre al que ya no le dan trabajo. Su mujer lo ha dejado y él entra en una espiral de pensamientos autodestructivos. Gracias a Walrus, un nadador experto que oculta un trauma familiar, Nilo aprenderá a nadar a los cuarenta y ocho años, y en el camino también recibirá la lección más importante de su vida.
Cuando nos parece que está todo perdido, tenemos que detenernos y analizar en qué hemos invertido nuestras energías. El problema, suele radicar en no saber escoger las batallas diarias y priorizar cosas que no tienen importancia. A veces necesitamos, simplemente, focalizar, flotar y dejarnos llevar: dar una brazada y después otra.
Un canto inspirador de superación personal
Gemma Mengual