«Soy / apenas / un hombre que trata de respirar / por los poros del lenguaje. / Un estigma, / a veces un intruso, / en todo caso alguien fuera de papel. Estas palabras de un poema de Rafael Cadenas, publicado en su libro Gestiones (1992), nos hablan de alguien para quien la relación con el lenguaje es orgánica, vital, imprescindible, pero a la vez ardua y dificultosa. Y nos hablan también de un estado de conciencia en el que se ha derogado toda atracción por simulacros e imposturas. [
] Alcanzar ese estado, sin embargo, ha sido el resultado de un largo viaje, lleno de incertidumbres y tanteos, que comenzó hace más de seis décadas». Así comienza el prólogo del poeta Arturo Gutiérrez Plaza que acompaña esta antología de Rafael Cadenas titulada Florecemos en un abismo. Poemas con la que se rinde homenaje al Premio Cervantes 2022.
Extendemos aquí una invitación al lector a acercarse a una obra que «ha tratado de seguir al pie de la letra», según nos recuerda el escritor y editor Gustavo Guerrero, «un exigente programa que le ha llevado a romper constantemente consigo mismo y cambiar de tono y de modelo de escritura en pos de una expresión más auténtica».
En estas páginas, que recorren sus libros más importantes (Una isla, Los cuadernos del destierro, Memorial, Amante
), junto con la inclusión, además, de seis poemas inéditos englobados bajo el título Poemas de Trinidad, se dejan ver algunos de los temas que cruzan toda su obra: el amor y la mujer, la asunción de la vida como experiencia poética y una «isla»: esa abarcadora imagen de frágiles fronteras que nos vincula, a su vez, al destierro como condición existencial y al desdoblamiento del sujeto poético.