El multimillonario aventurero americano Richard Halliburton, que en 1928 se había hecho mundialmente famoso por cruzar el Canal de Panamá a nado (teniendo que pagar el peaje de un barco pero para un tonelaje de 0.066 Tm, lo que le costó 36 centavos), compró en 1930 un biplano al que bautizó con el nombre de The Flying Carpet con el objeto de viajar por el mundo. Junto con el aviador Moye Stephens embarcó el avión rumbo a Europa en el puerto de Nueva York. Al llegar a Inglaterra comenzaría su aventura. Un viaje de 18 meses volando primero hasta Tombuctú y de allí hacia Oriente por Argelia, Egipto, Siria, Irán, Irak y la India. Cruzando el Himalaya, que fotografiaron desde el aire por primera vez, llegan a Nepal. Finalmente Borneo y Filipinas, donde el avión sería embarcado de vuelta a Estados Unidos: 54.000 kilómetros, 34 países y 50.000 dólares gastados, una gran cantidad de dinero que recuperó ampliamente con el gran éxito de ventas de este libro.
Entre sus aventuras está la de cruzar los Alpes en elefante, como el general cartaginés Anibal, y la que en 1939 le cuesta la vida: Es tragado por un tifón en aguas del océano Pacífico cuando, partiendo de Hong Kong, pretendía alcanzar a bordo de una embarcación tradicional, un junco, la costa de San Francisco.