RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, AGUSTÍN R.
Es excepcional en la Historia Naval del mundo que un gran marino destaque igualmente al mando de buques tan distintos como galeones y galeras, en escenarios tan disímiles como el Mediterráneo y el Atlántico y contra enemigos tan variados como temibles. No lo es menos que brille igualmente como gran táctico y como gran estratega, como vencedor ebatallas puramente navales y en operaciones anfibias, tan eficaz como subordinado y como jefe supremo, aparte de que fuera excelente diplomático y se preocupara del último de sus subordinados, hasta merecer el título de "padre de los soldados" que le dedicó Cervantes. Álvaro de Bazán reunió todas estas virtudes, por eso consideramos que su figura no tiene paralelos en la Historia.
El ascenso del Imperio español le debió mucho a Bazán: desde el freno a los corsarios franceses a la salvación de Malta; desde la decisiva victoria en Lepanto a la anexión de Portugal, que convirtió a España en el mayor imperio oceánico que haya existido. El lector podrá comprobar cómo de no haber sido por él hasta la triunfante España del siglo XVI podría haber cosechado fracasos.