Las zonas húmedas son vida en el paisaje de Aragón. Lagunas, ibones, balsas, estancas, galachos, ojos, saladas y carrizales cuentan con un enorme valor cultural, económico y ecológico que es preciso conservar. Algunos de estos humedales poseen renombre internacional al albergar una rica biodiversidad y al estar inscritos en la Lista Ramsar: Gallocanta, Chiprana, saladas de Sástago y Bujaraloz y turberas de Orihuela del Tremedal. Por otro lado, muchos otros lagos y lagunas gozan ya de una protección especial, al haber incluidos en la Red Natural de Aragón como Humedales Singulares.