Cuando su origen es un fenómeno natural, un peligro, hay que responder tres preguntas clave: qué tipo de peligro amenaza nuestra vida cotidiana, dónde puede tener lugar y cuándo puede ocurrir. Contestar la primera pregunta requiere un conocimiento intenso del territorio para poder comprender qué fenómenos naturales existen y existirán en una zona. Para responder la segunda pregunta, hay que buscar fuentes de información fidedignas que no se limiten solo al registro instrumental, sino que integren el conocimiento de ramas como las matemáticas, la geología, la física, la botánica y la historia, entre otras muchas.