El 8 de agosto de 1519 partieron de Sevilla cinco naos con una tripulación de 235 hombres a las órdenes del capitán Fernando de Magallanes. La expedición española pretendía llegar a Asia en busca de especias dirigiéndose hacia el oeste por una ruta totalmente desconocida. Tres años más tarde, el 6 de septiembre de 1522, entraba en el puerto de Sanlúcar de Barrameda una de esas naos, la Victoria, capitaneada por Juan Sebastián Elcano.
En ese barco solo regresaron 18 de los tripulantes que partieron tres años antes. Esos valientes habían completado algo que nadie jamás había logrado antes, nada menos que dar la vuelta al mundo.