Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que en la mayoría de nuestros pueblos había vida. Las casas, las calles y las plazas estaban llenas de gente, los campos, trabajados, y un continuo ir y venir discurría por los caminos. El territorio no estaba vacío. Este libro habla de aquel tiempo.
Por su estructura y por su contenido, Mi vida rural en Aragón podría ser una autobiografía, si bien limitada a unos días muy concretos dentro de una época relativamente corta y que comprende desde los doce años a los veintiún años del autor, es decir, entre 1945 y 1956, fracción de tiempo que resultó ser especialmente decisiva para la evolución de las estructuras socioeconómicas no solo en Aragón, sino en toda España. Pero también fue una etapa singular y maravillosa en la vida del protagonista, José Arbués Possat, que, adolescente, vivía en un entorno libre, en constante contacto con la naturaleza y en el seno de una familia representativa del mundo rural.
Las generaciones que vivieron aquella época, o las que la conocieron más o menos directamente, comprenderán mejor este hermoso libro. Y las siguientes, las que ya tuvieron a su alcance privilegios materiales infinitamente mejores, también sabrán encontrar, en estos sencillos relatos, la manera de entender esta parte de nuestro pasado que, en definitiva, también es el suyo.