Rufus era un murciélago. Durante el día se colgaba del techo de su cueva y dormía. Por la noche salía de la cueva y se iba a cazar. Una noche vio un cine al aire libre, donde se proyectaba una película. Era la primera vez que Rufus veía colores brillantes. Rufus es un clásico de 1961 al que precedieron otros álbumes destacados en los que Tomi Ungerer elegía animales poco convencionales como protagonistas: la boa "Críctor" (1958), la canguro "Adelaida" (1959) y el pulpo "Emilio" (1960) también encarnaron intrépidas aventuras. En la historia del murciélago que adoraba los colores, el autor critica los prejuicios de la sociedad hacia quien es diferente o se aparta de los cánones establecidos.