Cuando el niño o el adolescente tiene dificultades de aprendizaje sobrevienen las dudas, los interrogantes y cierta ansiedad frente al tema. Pero, si se proporcionan los recursos necesarios y suficientes, los alumnos mejoran la atención, la concentración y la memoria, y pueden finalizar sus tareas con menor dificultad, perseverar más en ellas, ser más asertivos en relación con la autoridad, mostrar menor dificultad para hacerse escuchar y aumentar su autoestima.
Existen diversas estrategias de intervención en las dificultades de aprendizaje. Las que aquí se presentan estarían orientadas a estimular funciones y habilidades correspondientes a diferentes capacidades intelectuales y sensoriales. Al mismo tiempo, pretenden mejorar las estrategias de pensamiento, estimulando procesos cognitivos, tanto de forma lineal como en paralelo.
Este pone el acento más en intervenciones y estrategias de habilitación y rehabilitación que en la misma definición del problema, para que dichos estos alumnos con ciertas dificultades tengan las mismas oportunidades que los demás de mejorar su rendimiento general.