Aragón en su conjunto ostenta el triste privilegio de ser una de las comunidades autónomas con más lugares deshabitados o abandonados. De esa situación no escapa la provincia de Zaragoza, si bien el número de pueblos deshabitados es menos, no llegando a la veintena de casos.
A esta realidad, a este panorama desolador se llega por los movimientos poblacionales y por los cambios de habitación que, en algunos casos el hombre ha realizado a lo largo de toda su historia.