Quinta entrega de la colección El Almanaque de los Pirineos que Pirineum editorial inició en 2014 y que año tras año acude puntualmente a la cita con sus lectores manteniendo su doble condición de almanaque del año entrante y de periódico de época, en este caso, de la década comprendida entre 1955 y 1965.
Un libro de 224 páginas escrito y diseñado como una revista que se estructura por meses para abordar los hechos principales sucedidos en el Pirineo y el pre Pirineo aragonés. La dirección artística y el diseño de la colección corren a cargo del zaragozano Víctor Gomollón, mientras que la dirección, la redacción y la producción son obra del periodista jaqués Sergio Sánchez Lanaspa.
La portada es una vez más una ilustración de Saúl Moreno y con ella se pretende simbolizar una década marcada por el turismo en la que se sentaron las bases de lo que hoy es el Pirineo aragonés. Por aquel entonces convivía la decadencia de lo vivido, con un futuro presuntamente esplendoroso que estaba por llegar. El Balneario de Panticosa es quizá el lugar que mejor resume esa contradicción.
El Almanaque de los Pirineos abarca Cultura, Sociedad, Deportes, Montaña, Etnología, Economía, Ciencia y una sección de Contexto Internacional que sirve al lector para situarse en el tiempo que abarca.