La sexta entrega de la colección abarca la década entre 1965 y 1975.
En noviembre de 1971, el Boletín Oficial del Estado recogía la autorización para la construcción de un embalse en el valle de Añisclo, un proyecto que presentaba la multinacional Hidro Nitro para alimentar de energía su planta de Monzón. Pero por primera vez desde la Guerra Civil, la sociedad civil altoaragonesa (clubes de montaña, asociaciones, Cámara de Comercio, Diputación Provincial, Federación Aragonesa de Montaña
etc.) mostraba abiertamente su oposición a una decisión del régimen.
El club Peña Guara de Huesca lanzó el manifiesto SOS Añisclo que apostaba por la inclusión del valle de Añisclo en el proyecto de ampliación del Parque Nacional de Ordesa que redactaba el ICONA, algo que no se resolvería hasta 1982, casi una década después de aquel anuncio en el BOE.
La oposición al pantano de Añisclo, como síntoma de una sociedad en trance de cambio, marcó un antes y un después en la visión del Pirineo, y esa ha sido la motivación para que El Almanaque de los Pirineos haya elegido Añisclo para ilustrar la portada de la sexta entrega de la colección, que abarca la década entre 1965 y 1975