Tenemos a gala ser un país montañoso, una piel arrugada a la vera de las agitadas aguas del Golfo de Bizkaia. Nuestros techos son humildes, no llegan a besar los 2.500 metros, pero a cambio disfrutamos de un abrupto relieve que cubre la mayor parte de Euskal Herria. Y, sin embargo, muchas comarcas presentan planicies, mesetas, estepas o fondos de valle en los que disfrutar de placenteras excursiones sin apenas desniveles. Santi Yaniz ha reunido las más atractivas en "Llanuras, senderismo sin desniveles", nuevo libro de la colección Euskal Herria Liburuak.